Hoteles en Myanmar

Descubre Myanmar

Si quieres descubrir todo lo que Myanmar tiene para ofrecerte sin que el clima te lo impida, planea tu viaje entre noviembre y febrero. Durante estos meses disfrutarás de un clima más fresco, con temperaturas que oscilan entre los 20-24°C, perfectas para pasear por las pagodas, templos y mercados locales sin agobiarte por el calor.

Aparte del buen tiempo, te encontrarás con algunas festividades únicas. Por ejemplo, la festividad de la Pagoda Ananda en Bagan es una oportunidad excelente para sumergirte en la cultura local disfrutando de la música, el baile y los mercados. No es solo un espectáculo para turistas, sino una experiencia auténtica que te conectará con la esencia del país.

Pero ten en cuenta que, al ser temporada alta, los precios de los vuelos y hoteles pueden ser más elevados. No obstante, la disponibilidad suele ser buena si reservas con anticipación. Así que nada de dejarlo para última hora si quieres asegurarte una buena habitación y un vuelo directo, sin escalas innecesarias.

Para conseguir las mejores ofertas en vuelos y hoteles en Myanmar, la ventana ideal para hacer tus reservas es de 4 a 6 meses antes de tu viaje. Planificar con este margen te da una ventaja, especialmente si piensas viajar durante la temporada alta de noviembre a febrero, cuando los precios tienden a aumentar y la disponibilidad en hoteles de calidad disminuye.

Un truco que puede resultarte útil es volar a aeropuertos secundarios y, desde allí, usar medios de transporte locales para llegar a tu destino final. Estos vuelos suelen ser más económicos que los que llegan directamente a ciudades principales como Yangon o Mandalay. Además, si tienes flexibilidad en tu itinerario, jugar con las fechas puede ayudarte a conseguir mejores precios.

En cuanto a los hoteles, algunos ofrecen paquetes que incluyen actividades y excursiones junto con la estancia. Al elegir estos paquetes, puedes ahorrar significativamente, haciendo que tu viaje sea no solo más emocionante, sino también más económico.

Myanmar es un tesoro escondido de Asia, donde la naturaleza y la cultura se dan la mano. Para empezar, no te pierdas Bagan, la antigua ciudad con más de 2.000 templos y pagodas esparcidos en una vasta llanura. Es el paraíso para ti si eres fotógrafo, especialmente durante el amanecer.

Si buscas algo más tranquilo, el Lago Inle es tu lugar. Allí podrás disfrutar de un paseo en barca, observando a los pescadores locales y sus técnicas únicas de pesca. Mientras que en Yangon, la Pagoda Shwedagon te dejará sin palabras con su deslumbrante dorado.

Pero si lo tuyo es la aventura, en el Estado de Kachin te esperan trekkings emocionantes hacia el pico del Hkakabo Razi, el más alto del sudeste asiático. Y no olvides las playas. Ngapali, por ejemplo, te ofrece arenas blancas y aguas cristalinas sin las multitudes de otros destinos más concurridos.

Para ti, amante de la fauna, el Parque Nacional Alaungdaw Kathapa es una parada obligatoria, con una gran diversidad de animales salvajes y un ambiente de selva prácticamente intacto. Entre la naturaleza, las antiguas ciudades y la cultura local, Myanmar te ofrece un abanico de experiencias que te dejarán anhelando más.